Ciudadana al borde de un ataque de nervios
Enviada por Juana Calzadilla
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Me estaba imaginando como sería una plaza o lugar público en la época del medioevo, seguramente estaban todos juntos y revueltos: mientras unos venderían pescados, otros carnearían ovejas; en el centro, alguien sería sentenciado a la horca, mientras en una esquina enfebrecidos predicadores vociferarían el fin de mundo; a un costado, juglares y sacasuertes representarían sus gracias y malabares. Debe de haber sido un lugar sucio, maloliente y ruidoso. Sobre todo ruidoso.
Y tal parece que la Plaza de la Manzana Uno se ha convertido en una plaza medieval.
Vivo cerca de este, otrora bello espacio, y hoy, por ejemplo, llevo escuchando ocho horas seguidas de animadores que gritan ensordecedoramente pésimos chistes y música estridente. ¡¡¡¡¡¡¡¡¡Ocho horas!!!!!!!!! De un supuesto “Homenaje a la Juventud” ¿Alguien puede imaginarse lo que es no tener un minuto de silencio en ocho horas? y no sólo eso; hoy es sábado. Esta semana la plaza ha sido escenario de actividades desde el lunes de manera ininterrumpida. No sólo esta semana, la semana pasada también y la otra y la otra y así…..
Enardecidos evangelistas maldiciendo al diablo, al ritmo de reggaeton cristiano (¿¡); cuanta campaña de “prevención” y “educación” se pueda imaginar: niños minusvalidos (por cierto era vergonzoso escuchar al animador de turno llamar de “personitas” a los minusvalidos: “estas personitas también existen”), salud sexual, enfermedades de la piel, plurimulticulturalidad, homenaje a jóvenes, homenaje a viejos, a adolescentes, medio ambiente, etc. , etc. Pareciera que TODAS las instituciones de este pueblo se han puesto de acuerdo para hacer alboroto en la Plaza de la Manzana.
Y todos tienen un denominador común: enormes, gigantescos, titánicos, monstruosos, estridentes, potentes parlantes de amplificación.
Desde conjuntos folklóricos de la peor calidad hasta animadores que intentan ser graciosos, se baila y se grita desde tarimas y carpas a niveles ensordecedores. Yo me pregunto si esta es la única manera de llegar al público, de hacer que las campañas sean útiles, ¿A nadie se le ocurre nada más que alquilar una tarima y a tronar la música? Ya sea para predicar el uso de condones, hablar de la unidad nacional, del cáncer de piel (por cierto el evento de prevención de cáncer de piel fue a pleno sol del mediodía ¡y sin tolditos! Este……) y cuanta cosa usted se imagine.
Como una ciudadana confiada en que las autoridades pertinentes podrían darme información debida, llamé a la dirección de Medio Ambiente, a través de su unidad de Emergencia Ambiental, para realizar una queja por los niveles de sonido utilizados en la Plaza de la Manzana Uno, y ¡oh! sorpresa me informan que, como el espacio en cuestión es municipal, debo hacer la queja ante la Dirección de Espacio Publico, pues son ellos los que dan los permisos; bien, llamé a Espacio Publico y allí me dicen que debo hacer la queja en la Dirección de Turismo, pues si bien ellos reciben las solicitudes es en la Dirección de Turismo donde se dan la autorizaciones para el uso de la Plaza. Perfecto. Llamé a la Dirección de Turismo, ¿Y qué creen?: me derivaron a Espacio Publico nuevamente. En definitiva, hasta ahora no puedo sentar una queja y no sé a quién debo elevar la misma por escrito. ¿O tal vez debo llevar unos parlantes afuera de la alcaldía? (Tal vez al ritmo del reggaeton del Papi Kebin de la Villa y sus Vecinos Sordos que de seguro pondrá a bailar a nuestras autoridades)
Hace dos semanas, la Dirección que otorga los permisos de uso del espacio de la plaza (sea Turismo o Espacio Publico) otorgó permiso a tres eventos distintos para el mismo día ¡¡¡y a la misma hora!!!! Así que ahí tuvimos a tres instituciones, cada una armada de los consabidos parlantes, probándolos al mismo tiempo desde las 4 de la tarde.
Y no sólo es el tema del ruido; al día siguiente de estos eventos la plaza queda alfombrada de huesos de pollo, el piso pegajoso por toda la soda que la gente derrama, bolsas y vasos plásticos y nadie limpia, ninguna de estas organizaciones que utilizan la plaza se encargan de limpiarla después; y pasan los días hasta que la ventolera se va llevando el basural. Creo que el Mercado Abasto luce más limpio que la Plaza de la Manzana después de un evento de estos.
Realmente ¿Dónde esta la mínima cultura de convivencia urbana? Nadie parece ser responsable. La Alcaldía no analiza a quiénes se darán permisos y tampoco se fiscaliza el tipo de evento que se realizará. Santa Cruz sigue demostrando que nos falta mucho aún por ser una ciudad: nos enorgullecemos del crecimiento que ha habido en estos últimos años, pero habrá que analizar ¿Cómo y hacia dónde se avanza? ¿Hacia una ciudad ruidosa, sucia, violenta, inhóspita e invivible?
Si bien es cierto que en otras ciudades del mundo se realizan conciertos y espectáculos al aire libre, no es todos los días y son conciertos, es decir que existe un cierto nivel de calidad de lo que se presentará. Lamentablemente, acá no sucede lo mismo. Yo no estoy en contra de que se hagan eventos públicos, es simplemente que debería haber un cuidado y cumplimiento de las reglas para que estos eventos no interrumpan o violenten a los demás, además de preservar la mínima integridad de ornato del espacio y la mínima integridad de los canales auditivos de los vecinos del centro.
Y así, esta plaza que es tan linda, se convierte en uno más de los espacios perdidos para la tranquilidad y el esparcimiento.
Por cierto ya van 10 horas de ruido ensordecedor ¡Creo que se me acaba de reventar un tímpano….!
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